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jueves, 23 de junio de 2011

Las manos del maestro!

Estaba golpeado y marcado y el rematador en una subasta y penso que por su escaso valor, no tenia sentido perder demasiado tiempo con el viejo violin, pero lo levanto con una sonrisa.

-¿Cuanto dan senores? -grito-, ¿quien empezara a apostar por mi?

-Un dolar, un dolar- alguien replico, despues dos dolares.

-¿Solo dos?

-Dos dolares y ¿quien da tres?, tres dolares, a la una; tres dolares a las

dos; y van tres…

Pero NO, desde el fondo de la sala un hombre canoso se adelanto y recogio el arco; luego, despues de quitar el polvo del violin y estirado las cuerdas flojas, las afino y toco una melodia pura y dulce como un coro de angeles.
Ceso la musica y el rematador, con una voz silenciosa y baja dijo: -¿Cuanto me dan por el viejo violin? y lo levanto en alto con el arco.

-Mil dolares y… ¿quien da dos? ¡Dos mil!, ¿Y quien da tres? Tres mil a la una, tres mil a las dos; y se va y se fue, -dijo.

La gente aplaudia, pero algunos decian: “No entendemos bien, ¿que cambio
su valor?”. La respuesta no se hizo esperar: “¡La Mano del Maestro!”
Que una melodia celestial brote hoy de tu vida, si te dejas usar en las manos del Maestro por excelencia.

Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesus para buenas obras, las cuales Dios preparo de antemano para que anduviesemos en ellas.

Raices de Amargura

Vamos a considerar el porqué de las Raíces de Amargura.

¿Por qué razón quedan raíces amargas en nuestras vidas?
Y lo primero que te puedo decir es que una de las causas más importantes, tal vez más definitorias, por las que pueden quedar raíces amargas es la falta de perdón.
Perdonar es una llave en la Sanidad Interior que nos abre paso a la sanidad del alma.

La falta de perdón suele hacer que queden en nuestro interior raíces amargas.
En Efesios 4:32 leemos: “Mas bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.”

Esta es nuestra obligación.

Sin embargo, no parece un trámite tan sencillo, porque si todos pudiéramos perdonar de corazón, fácilmente, no habría tantas personas afectadas con raíces de amargura.

Sabemos que el perdón que extendemos es un perdón inmerecido, la persona al que perdonamos no se merece nuestro perdón, así como tampoco nosotros no merecemos el perdón de nuestros pecados que Dios nos dio en Cristo.
El acto sincero de perdón produce alivio, trae paz.
Perdonar es como sacarnos una piedra enorme de nuestra espalda y quitarnos un terrible peso.
Ésta es la sensación que experimentamos al perdonar una ofensa.
En Marcos 11:25 y 26, la Palabra nos dice que si no perdonamos, Dios no nos perdona.
Alguien dijo una vez que “perdonar es recordar las ofensas en paz.”
Es decir, es algo así como recordar que sí, efectivamente, algo nos pasó y fue doloroso,… pero no obstante, podemos recordarlo sin sufrirlo nuevamente.
Los que dicen haber perdonado, pero no tienen paz al recordar el daño se engañan a sí mismos; algunos hasta llegan a decir: “A tal persona la perdoné, pero no me la nombren más en mi vida”. Es evidente que no hubo un perdón verdadero.

Hay personas que vivieron un hecho doloroso y cada vez que lo recuerdan entran en estado de angustia, porque el dolor está ahí vivo, activo, como si recién hubiera sucedido.

Somos personas con memoria, con historia; el recuerdo puede estar.
Pero una vez que sanamos, ese recuerdo ya no nos provoca signos de amargura.
Cuando perdonamos estamos libres del resentimiento.

¿Qué es el resentimiento?….. La palabra se forma con dos elementos: re - sentir, es volver a sentir aquí y ahora con los que me rodean, lo que ya sentí antes y por causa de otra persona.

Supongamos que yo me enojo mucho con una persona y le cargo con un montón de culpas: “¡Porque has hecho esto que a mí no me gusta! ¡Estoy muy enojado contigo!”

Es aquí y ahora con esta persona, pero le estoy diciendo, y tal vez repitiendo, lo que, en verdad, le correspondía a aquella otra por lo que me hizo hace tiempo atrás.

Hay que revisar con cuidado cuando uno se enoja.
En ocasiones hasta vemos la causa justificada: “¡Me enojé con tal persona!, o ¡estoy enemistado con tal persona por esto, por esto y por aquello otro que me molestó”! Y damos las explicaciones del caso.

Pero habría que revisar si la causa de este gran enojo o de esta ofensa actual, no tiene una raíz de amargura conectada al pasado y con otra persona.
El perdón es, ante todo, algo que sucede en nuestro corazón.

Cuando perdonamos, perdonamos dentro de nosotros.
Y no hace falta que esté la persona a la que tenemos que perdonar allí, delante de nosotros.

¿Por qué digo esto? ….Porque a veces, sólo podemos perdonar en el recuerdo, ya que la persona que nos dañó ni siquiera está viva.
Entonces el acto del perdón es un acto que sucede, primordialmente, en nuestro interior, en nuestro corazón.
Si además, después podemos acceder a la persona involucrada y decirle que la perdonamos, esto es otra posibilidad;….. pero el perdón, ese perdón genuino del que estamos hablando, tiene que surgir dentro de nosotros.
A veces sucede que perdonamos a una persona con quien ya no vamos a tener ninguna relación.

Alguien de un grupo al que pertenecíamos antes que nos dañó, o un miembro de la familia que nos robó algo valioso para nosotros……. Y así y todo, también hay que perdonarlo;…. pero el Señor no le manda que se amigue nuevamente con él.
Insisto, el perdón es algo que está dentro de nosotros, en nuestro interior; surge desde nosotros hacia aquellas personas que pasaron por nuestra vida y nos lastimaron.

Eventualmente, en nuestro diario vivir, nos vamos a encontrar con personas hirientes a las que vamos a tener que perdonar…… Pero el perdón se extiende aun, cuando la persona que nos dañó, no esté cerca de nosotros.
Es conmovedor saber cómo algunas personas pudieron perdonar el horror de los nazis.

Hace poco tuve la oportunidad de leer en un libro el tremendo testimonio de una mujer judía que había sido hostigada de niña en los campos de concentración.
Años más tarde, ella conoció a Jesús y tuvo la oportunidad de ir a hablar, después de la guerra, a un lugar donde había alemanes que habían participado de los castigos y las torturas que ella misma había padecido.
En esa oportunidad, esta mujer perdonó a sus agresores. Sin embargo, no estaban todos ahí, no estaba cada uno de sus castigadores, pero igualmente los perdonó a todos.
Y fue un testimonio tremendo, realmente muy fuerte. Los alemanes que habían sido nazis y estaban presentes, se acercaron a ella a pedirle, personalmente, que, por favor, los perdonara.

Cuando se produce el acto sincero de perdón, el Señor abre los cielos….. Algo pasa en la vida de las personas…… Algo extraordinario pasa en los sentimientos……. Algo se transforma alrededor.
Sabemos que no es fácil perdonarlo todo,… pero si perdonamos, la bendición de Dios empieza a actuar de una forma especial sobre nosotros.
Otra razón para que broten raíces de amargura es la auto-condenación.
Hay personas que viven cargando con su pasado, como si el Señor no las hubiera perdonado.

Esto es como no creerle al Señor.

Le quiero compartir un duro ejemplo sobre las terribles consecuencias que se sufren cuando no se recibe el perdón del Señor y se cae en la auto-condena.
He ministrado a muchas mujeres que antes de conocer al Señor han practicado abortos; pero luego de recibir a Cristo, se han arrepentido de corazón por lo que hicieron y con dolor en la presencia del Señor.

Sabemos que Él las ha perdonado, sin embargo, muchas de estas mujeres no han aceptado ese perdón.

Y esto se pone de manifiesto cuando muchas de ellas no pueden quedar embarazadas.

Entonces nos preguntamos: ¿qué pasó?, ¿hay alguna auto-condena?……La temida respuesta es: “Dios no me manda hijos por los pecados que yo cometí anteriormente.”

Personalmente he escuchado decir: “Seguro que no quedó embarazada por los abortos.”

Es lamentable que no puedan aceptar el hecho concreto del perdón de Dios.
El Señor dice en Hebreos 8:12, “Yo les perdoné sus iniquidades y nunca más me acordaré de sus pecados”.

Éste es el Nuevo Pacto: el Señor ya no va a tener presente nuestros pecados, nos arrepentimos y nos perdonó; estamos en una nueva etapa, iniciamos una nueva vida que Él nos está dando.

Si el Señor es verdaderamente el Señor de nuestra vida, y Él dice que nos perdona, quiénes somos para decir que Él no nos puede perdonar.
En Hebreos 12:15 el apóstol Pablo nos dice: "Miren bien que ninguna raíz de amargura los estorbe"….. Pero… ¿a dónde debo mirar? A tu interior, a ese pasado que está molestando tu presente, y te recomiendo que lo hagas ya…. ahora, no permitas que ni un segundo más una raíz amarga moleste tu corazón.
Condensado del libro: Sanidad Interior “Una necesidad o una Obligación” del Rev. Horacio Latté


jueves, 16 de junio de 2011

¿Jovenes que nos ha pasado?

Jovenes, ¿que ha pasado con nosotros y nuestras vidas?, ¿hasta cuando cuando jóvenes, vamos a seguir siendo influenciados por las cosas que son vanas?, ¿hasta cuando vamos a seguir agrandando a todo el mundo menos a Dios?, ¿hasta cuando vamos a seguir insultando y enojando a Dios con nuestras actitudes malcriadas, orgullosas y de doble ánimo?, ¿hasta cuando vamos a seguir dandole la espalda a Jesus, cuando el tiene los brazos abiertos?, ¿hasta cuando vamos a ser unos hipócritas que en la iglesia somos una cosa y con nuestros amigos otra?, ¿hasta cuando vamos a tener verguenza de hablarles a nuestros amigos sobre Dios?. Dios no esta buscando gente que se conforme con un domingo lleno del Espíritu de Dios, ¡NO!, Dios busca JÓVENES que tomen su cruz, que dejen todo por agradarlo a él y ser como Jesús. ¿Hasta cuando vamos a seguir lastimando al Espíritu Santo, cuando hacemos lo malo con nuestros cuerpos?. Lucas 14:27,33 "Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Así, pues, cualquiera de vostros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo".

¿Cómo vamos a seguir permitiendo que Satanás nos siga dominando con sus pensamientos?, ¿cómo vamos a seguir permitiendo que las personas que amamos se sigan llendo al infierno?. ¿Nos hemos preguntado, cuantas veces oramos y clamamos por todos los que conocemos y amamos, sean inconversos o no, para que no se vayan al infierno?

Lucas 15:7 "Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento." Chicos, debemos ver nuestro corazón y orar para que haya un arrepentimiento verdadero en nosotros, pero no un cambio de una semana, ¡NO! sino siempre. Recuerda que somos luz y ejemplo y tendremos recompenza:--> Apocalipsis 3:4-5 "Pero tu tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles." Esto es lo mejor que podremos recibir, así que no olvidemos a Dios, todo lo que él ha hecho por nosotros. Si buscamos a Jesús intimamente, no nos desanimemos por no sentir o escuchar nada, el Señor ve el corazón y la disposición. Seamos ejemplo en todo, con nuestro talento, al caminar, al vestir...etc.

No nos sintamos mal, no debemos dejar de ser como somos, solo debemos buscar a Dios de todo corazón, y él perdonará nuestros pecados y nos usará.


Por: Daniela Verenzuela

martes, 14 de junio de 2011

No dejarnos segar

Tenemos a alguien que nos ama tal y como somos desde siempre, nos conoce mejor que nadie. Te invito a que veas este vídeo, Por que hay un momento en nuestras vidas donde nos sentimos menos que nadie que al mirarnos al espejo vemos muchas cosas negativas y nos deprimimos. Mas el Señor Jesucristo nos conoce y nos ve con ojos de amor y nos ve como personas grandes y hermosas.

Dios te bendiga


domingo, 23 de enero de 2011

El puño del Campeón (Dante Gebel)


Él le propone matrimonio en un arrebato de pasión y tal vez verdadero amor. Alguien decide que finalmente se dedicará a su verdadera carrera y vocación: la medicina. Ella deja sus distracciones e ingresa al Seminario Bíblico con el propósito de prepararse para trabajar en algún remoto lugar del mundo. Un adolescente toma la decisión de ser el mejor en el fútbol y, a partir de ahora, trabajará muy duro para lograrlo.

Ambos cónyuges finalmente concuerdan en que ella no debe abortar, y tendrán a ese hijo. Todos tienen un denominador común: decisiones fundamentales que ahora parecen sencillas, pero afectarán su propio futuro e, inconscientemente, el de los demás,

El primero dejará de ser un soltero sin preocuparse por el pantalón que usará el sábado, para transformarse en el eje de una familia. Otro salvará cientos de vidas en un hospital, desde una sala de emergencias. La chica que una vez decidió prepararse en el seminario, ahora predica en un rincón de Nueva Guinea.

El otro es un reconocido futbolista y acaba de firmar un contrato millonario para Jugar en Italia, la pareja que una vez decidió no abortar, hoy escucha a su hijo dar su discurso presidencial desde la Casa Blanca. Decisiones que causan un golpe cósmico en algún lugar. Decisiones que afectarán generacionalmente a otros. Pequeñas decisiones que pasarán inadvertidas para cualquier escritor de grandes acontecimientos pero que, con el correr del tiempo, se transformarán en historia grande.

Conozco una de esas historias, que habla de esas sencillas y trascendentales decisiones.

Era una fría mañana de mayo y el hombre pasaba el cumpleaños más triste de toda su existencia. Cumplía sus primeras cinco décadas de vida y el saldo no era favorable. Su esposa había enfermado hacia unos cuantos años. No importaba cuántos, fueron eternos.

El hombre, carpintero de oficio, había visto cómo gradualmente el cáncer se llevaba lentamente a la compañera de casi toda una vida. Era una enfermedad humillante. ¿Cuándo fue la última vez que este hombre de manos rústicas había dormido toda la noche? Casi no lo recordaba. Todo se había transformado en gris desde que el maldito cáncer llegó a casa. Su esposa no tenía el menor parecido con la “foto del viejo retrato matrimonial que colgaba sobre una de las paredes del dormitorio. Ahora solo era un rostro cadavérico, niveo, sin color y por debajo del peso normal de cualquier mortal.

«Usted es una señora adulta», había dicho el médico, «váyase a casa y.,, espere».

El hombre, temperamental y de manos rudas, sabía lo que habla que esperar. Lo inevitable. Aquello que le arrebataría a su esposa y madre de sus cuatro hijos. Sin piedad, sin otorgarle unos años más de gracia. El putrefacto aliento de la muerte parecía llenar la atmósfera con el pasar de los días. La bebida era como una anestesia para el viejo carpintero.

Por lo menos, por unas horas no estaba obligado a pensar. Por el tiempo que durara la borrachera, tendría un intervalo en medio de una vida que no le daba tregua. Había cualquier tipo de alcohol diseminado por toda la casa; en los armarios, la nevera, el garaje, el galpón y hasta una botella en el aserrín de un viejo y enmohecido barril. Este era su cumpleaños. El hombre festejaba un año más de vida y un año menos junto a su esposa.

El gemido de su esposa lo despertó del letargo.

«Recuerda», dijo suavemente la mujer, «que hoy estamos invitados a ir a esa iglesia».

El hombre hizo un gesto de disgusto. Había sido luterano desde su niñez y hacía años que no pisaba una iglesia. Apenas recordaba algunas canciones religiosas en idioma alemán que se entonaban en su pueblo natal. Pero el pedido de su mujer no era una opción, era un ruego desesperado. Tai vez el último deseo de quien lucha cuerpo a cuerpo con el tumor que se empecinó en invadirlo todo. Un último intento por acercarse a Dios antes de partir para siempre. El carpintero de tas manos rudas y aliento alcoholizado, asintió con la cabeza. La iglesia no quedaba muy cerca, pero cuando el cáncer se instala en un hogar, a nadie le importa el tiempo y las distancias. Ya nadie duerme en la casa del carpintero.

Esa noche, la del cumpleaños, el matrimonio llegó con sus dos hijos menores a la remota iglesia de una dudad llamada Del Viso, en el inmenso Buenos Aires. Los que lo vieron, dicen que él se apoyó en la pared del fondo y oyó el sermón.

«.Linda manera de festejar e/ cumpleaños», habrá pensado en tono irónico.

Pero continuó allí con cierto respeto, viendo como su esposa lloraba frente al altar. Casi ni oyó el mensaje, pero presintió que debía acompañar a su mujer y, lentamente, el hombre que escondía botellas de alcohol en el aserrín, pasó al frente- Los dos tomaron una decisión. Aceptaron a Cristo como su único y suficiente Salvador. Una sencilla decisión que no pareció demasiado histórica, y estoy seguro de que muy pocos esa noche se percataron del carpintero y su enferma esposa. Pero a ellos les cambió la vida para siempre.

Ella observó cómo el cáncer retrocedía poco a poco hasta transformarse milagrosamente solo en un mal recuerdo. El hombre se deshizo de todas las botellas de alcohol y jamás volvió a tomar. Lo que comenzó como un mal día terminó con una decisión que afectó el futuro para siempre.

El viejo carpintero se dirigió a su galpón y levantó su puño al cielo. Ahora está decidido a tomar una determinación radical y categórica. Ese no es cualquier puño levantado en un desvencijado galpón, es el puño del campeón. Nunca más volverá a beber. Jamás dejará a Dios, Es una promesa. Una decisión.

Ocurrió un primero de mayo del año 1975. El carpintero de las manos rudas jamás se hubiese imaginado que debido a aquella determinación, no solo afectaría a su familia, sino a miles de personas en todo el mundo. Su hijo menor, que por aquel tiempo tenía apenas siete años, hoy predica a cientos de jóvenes en casi todo el planeta y, entre otras cosas, escribe este libro.

Editorial Vida/Zondervan.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Reflexión Navidad El señor nuestro mejor regalo


“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” Isaías 9:6
Ya había sido anunciada su llegada por los profetas, Emmanuel, el Salvador, Aquél que restauraría el reino de Dios; el Príncipe de Paz.

Se esperaba que naciera de un vientre de linaje escogido por los hombres, pero fue nacido en linaje escogido por el espíritu santo. Se esperaba que fuera acogido por un lecho en un palacio, pero encontró calor en un pesebre. Sin saberlo aquél día, toda la creación alabó en silencio al más grande de todos los tiempos, invitando a unos cuantos escogidos a regocijarse en la presencia del más grande Rey qué finalmente había llegado. Jehová les había prometido que algún día sus ojos verían nacido al Mesías, una vez más, la espera no es defraudada; el mundo finalmente se regocija, y hay LUZ en las tinieblas. ¡El enemigo tiembla y se retuerce!, este es el día en que ha nacido aquél que recuperara a la humanidad, aquél que ha descendido de su trono para librar la más grande batalla.

Jeshua es su nombre, y es
El único con poder para
Salvar al mundo; ¡Jehová!
Ha dado a su hijo; ¡Jesús, el!
Unigénito, para rescatar
A su pueblo de las tinieblas.

¡OHH Emanuel! la creación anhelaba tu llegada, la humanidad ha estado perdida y atada a la perversidad. Bendito este día en el que Jehová ha tenido misericordia, el Dios vivo ha entregado al mundo a su más preciado tesoro, el más grande dolor que pueda experimentar un padre; Él ha estado dispuesto a soportarlo. Su amor es inefable, pues estuvo dispuesto a ver escarnecido al único en el que su alma encuentra contentamiento, por salvarnos.
Dios ha sido fiel a su promesa, ha enviado a su Hijo a la tierra para recuperar a la humanidad que se había perdido.

Recordemos esto hermanos, la Navidad celebra que un día la humanidad recibió la más grande misericordia; acoger al mismísimo Dios encarnado en la tierra, para salvar nuestras perdidas almas.
Recordemos que la Navidad es el nacimiento de amor y esperanza en un mundo de tinieblas, no es la época en que hacemos notoria nuestra prosperidad o carencia económica, sino es el tiempo en donde recordamos qué por el más grande héroe hemos sido rescatados; y juntos celebramos su llegada a la humanidad que tanto le anhelaba a Él.

Emmanuel, Jeshua, Jesús, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de Paz es su nombre; y la Navidad celebra que hemos recibido libertad por la llegada de este nombre, qué es sobre todo nombre.

Este es el verdadero significado de la Navidad, y no precisamente celebrar a un Señor barbon vestido de rojo, sino al héroe que se tiñó de rojo al derramar toda Su sangre por rescatar su más preciado tesoro; a ti.

Richy Esparza

Fuente: http://www.conpoder.com



martes, 3 de agosto de 2010

Historias de Dios

aqui hay un comic muy bueno que habla sobre el señor para que se entretengan y lo disfruten y reflexionen, es cierto todo lo que dicen muchos saludos y bendiciones ^^























viernes, 30 de julio de 2010

Aborto

Bendito sea el fruto de tu vientre.
Yo no sé tú, pero yo he pensado tanto como Dios me creo…
¿Abortar?
Dios nos ha dado libre albedrío….¿pero te has puesto a pensar que decidir por la vida de otro no es tu derecho?
Dice la palabra en…
Isaías 49:1
Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.
Jeremías 1:5
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

¿Mama si Dios me creo y tiene un propósito en mi vida, si me santifico, si me dio nombre, porque decides por mi muerte?
¿Porque, si venimos del mismo padre cuya esencia es amor tu me rechazas? El me creo en la eternidad con amor eterno y escogió tu vientre para mi formación.
¿Porque me quitas la oportunidad de derramar todo el amor y la ternura que llevo para ti?
No acabes con mi vida por favor que tengo mucho que darte, sino mira las sonrisas de otros niños, mira sus manitos, mira sus ojos y en ellos veras reflejado el amor infinito de Dios…
Y dice la palabra….
Salmo 139:13
Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
¡Soy una creación de Dios!
¿Mama si Dios se tomo el tiempo de crearme y colocarme en tu vientre, porque lo maldices tu?
Dios hizo de mi una obra de arte y formo cada parte de mi, sin dejar detalle y se esmero para que mis ojos fueran como los tuyos….y mi boca como la de mi papa…pero lo más importante, me dio soplo de vida y a ti te formo para que en su tiempo llevaras una semilla, una semilla de bendición… ¡Bendito sea el vientre y Bendito su fruto..!
¿Harás como la higuera, que debiendo dar fruto y no lo hizo, fue maldecida y secada?

SALMO 139:16
Mi embrión vio tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas

¡Soy un proyecto de Dios!

¿Mama y sabes tú que siendo yo un embrión, desde el mismo momento que me engendraron ya soy todo corazón? Y…que ya a mis 45 días se pueden captar mis ondas encefalografícas... ¿y que a mis ocho semanas tengo formado mi cerebro y mis huellas digitales están definidas? Y que ya se ha formado mi cuerpecito. ¿Y sabes que a mi decimosegunda semana tengo uñas? ¡Mami…y ya puedo chuparme el dedo!… sabes qué…ya siento dolor… ¿Y de verdad tú crees que abortar no es matar?
¿Sabes que a Dios no le falto ni un solo detalle cuando me creo?
¡Hasta me escogió una hermosa madre!
Mami...y me creo Dios en los cielos y escribió en los libros mi nombre….y escogió a una hermosa mujer cuyo vientre es Santo, porque a Jesús, su primogénito, siendo Dios…al hacerlo hombre, en un vientre de mujer lo formo….
Y es que en la eternidad donde él me creo todo es Paz y he de venir al mundo, donde no todo es tranquilidad….y escogió un hermoso vientre donde depositarme, donde, como el más preciado tesoro, sin que otros ojos sino los de él puedan verme, he de ser formado, con todos los detalles que el ya ha pensado, y él me ha dicho que: UNA BENDICION SERAS!!
Porque Mamá rechazas, lo que como bendición el Padre te da?
Dios creó todo con el poder de su palabra
Gen 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Pero al hombre lo formo especialmente…..y lo hizo a su imagen y semejanza.
Gen 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y le dio soplo de vida, de el mismo nos dio…

Mamá yo no vengo a decirte que matar es pecado, porque tal vez eso ahora no lo entiendas, ni vengo a decirte que eres libre de hacer lo que quieras….HOY VENGO A DECIRTE QUE LLEVAS EL FRUTO DE LA BENDICION DE DIOS EN TI…..Déjame vivir, quiero ver el propósito de Dios en mi vida…permíteme hacer su voluntad!!

No sé cual será tu razón por la que quieras optar por el aborto pero:
1-Si el médico te dijo que tu vida peligra:
Dios te dice: Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste está completa sanidad en presencia de todos vosotros.

2- Si tu embarazo es producto de una violación: Conozco valientes mujeres que optaron por la vida y ahora están eternamente agradecidas con Dios, por la bendición...Dios lo tiene todo bajo control


3- ¿Que tu situación financiera no es buena?:
Dios dice: Sal 23:1 El señor es tu Pastor y nada te faltara

5-¿Que fue un “pelón” que el papa lo negó? ¿Que no puedes tu sola, no puedes enfrentar la situación porque no es de tu esposo? ¿Que fue una noche loca? ¿Que si el trabajo? :
Dios dice: Todo lo puedes en Cristo que te fortalece.

¡No hay una sola excusa!
Pero si al final escoges abortar…….quiero decirte que hay miles de mujeres llorando, porque no pueden tener bebes….Y tal vez tu eres el instrumento que Dios ha escogido, para que seas de bendición para ellas……
Dios te guíe en este proceso, que su Santo Espíritu te revele lo importante que es la Vida, y puedas escoger por la Bendición.
¡Un hijo es una Bendición, representa el amor de Dios es la inocencia pura de nuestro espíritu!


Maria Luisa Sacchetti
luisa.sacchetti@kaissen.com
Fuente: http://luminizate.blogspot.com